domingo, 1 de agosto de 2010

El día que arreglamos el "mundo"







Un día una amiga y yo nos sentamos en un banco a arreglar el "mundo".









Charlamos y charlamos largas horas.
Nos desahogamos.
Lloramos.
Y nos apoyamos.
Llegamos a la conclusión de que nosotras no éramos raras, era el "mundo" el que lo era.
La pena es que nos aprendimos la teoría de pé a pá. Sabíamos perfectamente por lo que no debíamos llorar, por lo que no debíamos arrepentirnos de perder o por lo que luchamos o estábamos luchando.
Sabíamos perfectamente que, con nuestros fallos y errores, estábamos haciéndolo lo mejor posible. Que estábamos dando todo de nosotras y que más no sabíamos o podíamos dar.
Lo peor es ponerlo en práctica.
Y es que es taaaaaan difícil....
Claro está, que nuestras situaciones son diferentes, que lloramos por motivos distintos, o que son procesos acabados o inacabados.
Pero nuestras prioridades son las mismas.
Nuestras ganas de luchar eran las mismas.
La flexibilidad siempre era la máxima a la que intentábamos llegar.
Y por supuesto, el amor hacia el "mundo" era y es inagotable.
Pero a veces el "mundo" es algo injusto y no sabe actuar bien...
Nosotras? dispuestísimas a enseñarle el camino al "mundo"...
Pero hay veces que cansa...
Que cansa muchísimo. Y que da mucho miedo que llegue un día que pierdas la ilusión por este "mundo" que tenemos y lo dejes abandonado porque no des más de ti y que hayas perdido parte de tu esencia en esa lucha...
Hay una frase por ahí que dice:
"Tal vez seas una persona en el mundo, pero para una persona eres el mundo"

Y vaya "mundo" tan difícil de arreglar!


El banco a los días estaba más que destrozado... (como se ve en la foto)


Mi fe está en que el "mundo" no acabe por destrozarse... ;)

No hay comentarios:

Publicar un comentario